Francia decidió conmemorar a lo grande el 70 aniversario del desembarco de los aliados en Normandía. A los actos asistieron unos 2.000 veteranos, junto a 8.000 invitados y unos 20 jefes de Estado o de gobiernos estuvieron presentes en los actos del viernes 6 de junio, en la playa de Ouistreham.
En medio de un estricto protocolo y una logística perfecta.
Mientras ello ocurría, el necesario ejercicio de recuerdo, con la idea que la historia no se repita, en medio de la crisis económica actual, es normal interrogarse sobre los costos de lo que fue la más grande operación naval y aérea, con el más grandioso despliegue de medios humanos y materiales por parte de los aliados en la primavera de 1944.
Al amanecer del 6 de junio, más de 155.000 soldados llegaron en paracaídas o fueron desembarcados en Normandía, con el apoyo de 11.500 aviones, unos 7.000 barcos de guerra, 20.000 vehículos y un millar de tanques de guerra.
Una operación cuidadosamente preparada, en el más grande de los secretos, durante año y medio. Inimaginable en los tiempos actuales, que las industrias aliadas se movilicen al servicio del esfuerzo que exige una guerra, para liberar a Francia y Europa entera de la barbarie nazi.
En las playas de Normandía dejaron la vida más de 10.500 soldados y un número similar de civiles, víctimas del bombardeo de los propios aliados que buscaba debilitar las defensas alemanas.
La batalla de Normandía, que siguió al desembarco, duró tres meses, movilizando casi tres millones de soldados aliados hasta la liberación de París en septiembre de ese mismo año 1944.
Tres años más tarde, una vez culminada la guerra, los Estados Unidos, implementaron una operación de solidaridad sin parangón, para reconstruir lo que los nazis habían destruido. 13 millardos de dólares recibió Europa, en lo que se llamó el Plan Marshall, la mayor parte fue una donación.
Francia, utilizó 2.8 millardos de dólares de dicho Plan Marshall y terminó reembolsando 225 millones en los años 60.
Los imprevistos de la historia, han hecho que la conmemoración de los 70 años del desembarco que le puso fin a la segunda guerra mundial, tenga lugar justo cuando vuelven aires de guerra fría. La crisis en Ucrania y la actitud de Rusia, han puesto al mundo en una situación que creíamos superada.
Sin embargo, la celebración de la memoria, sirvió también para que dialogaran Obama, Putin y Poroshenko. Un encuentro, muy corto, en el castillo normando de Benouville, pero que permitió evocar la hipótesis del fin de los combates en la frontera ucraniana.
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